VIII




El sonido de un rifle .280 Rem me indicaba que era la hora de despertar, tomé mi rutina diaria y mis herramientas de trabajo para salir a laborar.

-Buenas días Don Gerardo.
-Buenos días Leo ¿Cómo va la chamba?
-Muy bien, aunque cada vez mas difícil y rutinaria, los clientes han ido bajando, eso me hace tener un mal presentimiento, creo que pronto me tocará a mi.
-¿Tú Leo?, lo dudo mucho hijo, tú eres de los mejores del barrio.
-Gracias Don Gerardo pero matar en esta ciudad es cada vez más difícil, 8 de cada 10 son asesinos y muy buenos, además yo ya no soy el mismo de hace 10 años.
-Dímelo a mi hijo, dímelo ami.
-Ayer recibí un bala en mi pierna izquierda, es la primera vez que me pega una de esas abejas asesinas y no sabia lo incomodo que se sentía.
-¿Pero como fue eso hijo?, ¿esta todo bien?
-Yo si Don Gerardo, pero la mala noticia es que deje ir a 2 de los 5 y no creo que se detengan hasta encontrarme.
-¿Cómo que dejaste ir a 2 de los 5?
-Si no lo hacia me mataban
-No te entiendo....hijo.
-El que me contrató, fue el testigo que dejamos hace 29 años, me dejó ir con la condición que le entregase al hombre que había matado a sus padres.
-¿De que hablas Leonardo?
-Lo siento padre pero es mi trabajo.

Nina, junto con mi contratación y el francotirador salieron de la nada para unisenelos.

-Así que tu fuiste quien me los quitó. - dijo con un gesto de ironía. -¿no tienes nada que decir asquerosa rata?...bueno. ¡DISPARA!

Mire a mi padre a los ojos y le apunte con una magnum .357 justo a la frente.

-!QUE DISPARES!

La sangre con su cerebro batido en las viejas calles de KIll City, fueron el ultimo regalo de mi padre.




F I N