"Obviamente no se puede
desear el bien
a costa de los demás,
porque en este caso
la vida y su leyes espirituales
van a cobrar la cuenta, tarde o temprano.
El verdadero bien viene
de la armonía interior.
Al hacer daño a otros nos
afectara nosotros mismos"
(Carlos M. García)
Padrino, mi matrimonio terminó"
Narrativa de la Vida Real
Con estas palabras mi ahijada me llamó aquella tarde de Julio entre llantos y sollozos, cálmate le dije, háblame mas despacio por favor...no, no, ya es tarde el se marcho esta mañana, dijo, gritando y culpándose ella misma.
Después de escucharla por espacio de casi una hora, le dije que quería llegar hasta su casa y así hablaríamos mejor, aceptó y me dirigí a su hogar que quedaba como a una hora y media de mi casa.
En el camino hacia su casa pensé todas las veces que fui "arbitro" de sus frecuentes peleas, a veces hasta sin ninguna razón que valiera la pena. Pensé de las conductas precipitadas de ambos que tanto debilitaban la unidad y armonía conyugales. De la distancia entre ellos como pareja, los comportamientos asumidos por los dos del el silencio, donde transcurrían días y hasta semanas sin dirigirse la palabra, sin manifestar sus sentimientos o emociones como consecuencia de malos entendidos; en otras ocasiones por orgullo, prevención, egoísmo o desconfianza. Estas barreras llevaron a mi ahijada y su esposo a vivir distanciados en su propio hogar, haciendo cada uno su vida privada.
Creo firmemente que la incomunicación conyugal da pie para que se creen hogares fríos, indiferentes, sin unidad de criterios, sin autoridad, etc. todo esto da paso a la desintegración del hogar.
En la vida matrimonial exige el esfuerzo de ambos cónyuges, para que cada uno ponga de su parte todo su interés a la comunicación, porque si ésta no se da, se enfría y agota el amor conyugal. esta comunicación se da a través de palabras, miradas, caricias , gestos, detalles, música y todas aquellas formas que surjan en determinado momento.
Creo que cuando hay amor, los problemas tienen soluciones,,los gritos o mal trato deteriora la comunicación e impiden el amor. Donde no hay dialogo, no hay armonía y si falta la armonía falta el verdadero amor. “Triunfamos por la fuerza del amor” así decía la letra de una canción del aquel famoso Trio Los Panchos.
Por ejemplo mi sobrina nunca se interesó por las actividades de su esposo, nunca estuvo atenta a estimularlo en el momento oportuno, también en el caso contrario (esposa-esposo) Los comportamientos así deterioran la comunicación y el amor.
Para mi sobrina y su esposo ya es demasiado tarde, no hay respeto mutuo, actualmente no hay nada que los una, sino desunión por todos lados...Siento una inmensa pena por su hijita que todavía no comprende porque sus padres se han separado. Creo que un matrimonio de esa clase ya no hay sacramento y si no existe sacramento ya no es matrimonio.
Matrimonios examinen sus prioridades para que no les suceda lo que a mi querida sobrina que perdió su matrimonio por la falta de comunicación.
© El Jíbaro de Río Hondo
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