Son las 11:20 am.
Tengo fríos los pies, las manos y la nariz.
Hoy usé un maquillaje distinto y pude sentirme diferente... un poco linda.
¿Por qué no puedo cambiar mi corazón por uno nuevo?
Uno más frío, menos intenso. Uno que lata lento, uno que no esté enfermo, uno que hierva menos.

No he bebido.
Desde que entendí que no me quieres no he probado una gota de alcohol.
Quiero hacerlo.
La sensación de fuego en el estómago me está matando.
Mis piernas tiemblan.
Hoy encontré una mirada hermosa.
Es raro.
Me quedo con eso.
Vuelvo a lo de antes, a lo de hace 10 años.
Comprobé lo que te cansaste de repetirme.
No eres como los otros.
No eres como todos.
Ojalá no hubiera encontrado tu diferencia.


12:00 pm
Aún tengo frío.
Pienso en el riesgo que conlleva mi soledad.
Pienso en mi tristeza permanente.
Pienso que algunas personas no inspiramos buenos sentimientos.
Pienso en la negra.
La negra cuando era bonita.
La negra desnuda.
La negra con sabor a guanabana.
La negra con alergia.
La negra atravesando la puerta del cuarto.
La negra desmaquillada a las 6 am.
La negra despidiéndose a las 9 pm.
La negra recibiendo llamadas.
La negra contenta.
La negra, la negrita... la que tiene quien la abrace, la que tiene quien le cante.
La que no será, pero fue.
La que hoy ya no está.