Me has embrujado con el olor de lo posible con la caricia de lo soñado, con la alegría de lo vivido. Ese embrujo de lo encantado, con la mirada de esperanza son sabor a tristeza y alegría. El embrujo vive en mí nunca te dejaré ir, solo cerraré los ojos para sentir
Texto agregado el 13-01-2011, y leído por 150 visitantes. (2 votos)