PARA CONCHITA ARROYO
(compañera de Universidad)
¡Que pena, que dolor, cuanta tristeza,
Cuanta desolación lleva la vida!...
Arrojada al abismo, la entereza,
Sangrando el corazón, por la ancha herida.
Pensamientos te rondan la cabeza,
De desesperación mal contenida,
Que, aquella primavera de belleza,
Junto al eterno amante, ya es huída…
Tus hijos sean cobijo y esperanza,
Ya que has quedado sola como esposa…
¡alza los ojos, do el azul alcanza,
Pues que la ingratitud, es mala cosa
Y, del esposo, sigue la añoranza…
¡Vuelva tu vida a ser color de rosa!
EMILIOSALAMANCA
12 enero 2011
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