El azote de tus besos, no borro mi resistencia
urgentes caricias buscaron desarmarme
No sentí deseo, solo defendía mis espacios
Pero tu boca hurgo en la mía
Ardió el fuego, se quemaron leños
No llego ninguna noche
Aun era el día
Algunos pájaros comenzaban su regreso
Decidí la partida
Dejo escapar mi alma una lágrima tardía
Pero ya era tarde
Era la despedida.
Texto agregado el 12-01-2011, y leído por 167
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