Dónde irán las madres cuando mueren?

A la raíz del árbol sagrado
de su pueblo?

Dónde andarás, Tú, Madre sin olvido
raíz de esta memoria mía
que se quedó triste
hace siglos en este naufragio eterno.

Estarás, Madre, en el patio feliz de aquella infancia
cultivando cardenales y riendo con los pájaros?

La eternidad es esta ausencia
que me parte los huesos
y me hace llorar a gritos
porque no te tengo,
Raquel sin tumba, porque no la quiero,
porque allí se me fueron los pasos
las abejas y una que otra mariposa que pasó volando.

Ahora me interroga esta palabra
y quiero saber por dónde andas.

Dónde se irán las madres como tú, tejedora interminable?

A recoger otros hijos en un cielo que no entiendo?

Dónde te fuiste?
Escríbeme en el agua,
regálame violetas y un canto suave que desate el viento,
que llegue a mi ventana y arrulle este sueño doloroso
con color de girasoles en medio de esta historia
sin epílogo,
sin prefacios que algún dios desde su Olimpo
sediento de algún eco
quiso que te fueras
Y se acercara toda esta distancia,
todo este silencio.

Dónde andarás, Madre?

FATAMORGANA
Patricia Lara Arriagada