Inicio / Cuenteros Locales / Hachemuda / Sedentarios inertes.
“Seamos bienvenidos al nuevo paisaje” podía leerse en el cartel. Esquina izquierda del paseo de todos los días. Las doctrinas, autoayudas y demás enumeraciones de vivencias a seguir dan risa hoy. Iba a desnudarse a la música justo cuando el timbre rechistó. Ya estaba en clase.
Siempre era interrumpida, causas externas, bruscamente. Sobresaltada, pesaba seguir otra conversación. La letra pequeña nunca se lee. La letra pequeña nunca se lee. Por eso siempre acumulaba, depositaba títulos, epígrafes.
“La sopa no tiene letras mamá”. Cuchara intacta. Ha decidido no comer tanto apagando la televisión, siempre le entra ansiedad y en cada cucharada se sube una frustración. “Cierra la boca niña”. Se pone de espaldas a la televisión para no embobarse. Podría sentarse frente a la televisión y esperar una catástrofe, una catástrofe para pasar el día.
Ya estás bostezando. Es la letra pequeña. Las gafas son una antojadiza y deciden perderse. Ya ni ve lo que dices. Parece que hablas de un amor moderno. Otra vez con sueños peliculeros. Y se le viene un nudo de palabras desconcertantes sin diccionario en mano. Vuelta a la realidad. Contempla tu expresión. Qué será el amor.
Descubre una nueva posible evasión. El inconveniente es la pérdida de velocidad en movimientos o acciones en el tiempo predeterminado y sufrido por todos. Vaya sujeto inerte. Cultiva y recolecta para sí. Amor sedentario y amurallado.
Sale a comprar. Manzanas. Se guarda el billete en el bolsillo de atrás del pantalón. Al cruzar por el paso de peatones, no sin comprobar antes que ningún desquiciado se atreve a legislar sus propias normas y acabar con los zapatos hechos un destrozo, se da cuenta de que el maldito billete intentaba salir del bolsillo. Qué gracia. Vida propia del papelucho insignificante. Dueño del mundo te has creído.
Hace divagar en injusticias. Se me quitaron las ganas de manzanas. Ya ni es la hora. Ese reloj desdichado, que siempre opina más de la cuenta.
Hoy ha decidido dormir con la boca abierta. Espera que huyan las frustraciones de la comida. Un nuevo paisaje se le presentará el día siguiente. Nada de recomendaciones de libro de autoayuda. Eso hace reír. Así sucesivamente, repetidamente. Como nos marca el reloj. Como si el final no acabara nunca. |
Texto agregado el 08-01-2011, y leído por 258
visitantes. (1 voto)
|
|
|
Lectores Opinan |
|
|
|
|
|
|
19-01-2011 |
|
Universo inexpugnable, códigos atípicos, tono irónico demoledor, distinto. Espero una nueva publicación. Bienvenida y felicidades. OBRAMENOR |
|
| |
|
|
08-01-2011 |
|
Me parece un buen ejercicio narrativo, aparte de reflejar cierta rutina existencial. Saludos. balbino |
|
| |
|
|
|
|
|
|
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login
|