Soy algo que te hará cambiar.
Soy algo que te hará reir y a veces llorar.
El pulso del tiempo sobre mí hará que te balancees en el curso de tu vida.
Te ayudaré a que te enamores y otras veces a que te separes de quién conquistó tu corazón.
Te ayudaré a que consigas dinero, placeres y muchas diversiones pero otras veces haré que pases hambre y no quieras vivir.
Empujaré tus deseos como si fuera el viento, aunque no siempre será así.
Hay momentos en los que te dejaré en una sala de espera hasta que puedas reanudar tu camino otra vez.
Soy un hospital casi siempre, en otros momentos un verdugo el cual te clavará su espada sin sentimientos.
Vagarás conmigo largamente no sabiendo cuál es en verdad la esquina en la que debes quedarte.
Juego contigo cada día y te enseño siempre una nueva lección.
Aprende de eso que te enseño para que cuando llegue mi siguiente jugada sepas las cartas que debes utilizar en la misma.
No te traiciono jamás sólo te ahogo sin matarte, pero has de saber también que eres mi juguete preferido, al que cada día le pongo trampas nuevas para ver en donde tropieza y vuelve a caer.
Soy como tu padre, a veces te premiaré y otras te castigaré.
Me odiarás y me amarás, no tienes elección, marco el sendero que has de llevar mientras aquí estés.
Yó marco también tu nacimiento y tu muerte. Soy como el sello de tu existencia.
No me tomes rencor pues me programaron para eso, soy lo que tu eres porque vivo de tu energía y de tu vida en sí.

Soy tu destino ...

Escrito por Carlos Them.

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