Me han aconsejado, mis amigos, mi familia y sobretodo ella. Los consejos afloraron de sus bocas y de sus almas como verdades, como sabias palabra y pedestres obviedades. Ahora, yo, me aconsejaré, ahora yo, mirándome de lejos, me diré lo que debo hacer:
Primero que todo llora; sí, llora por ella, lo más que puedas, anega el mundo con tus gotas, llora hasta que no quede ni un leve vaho de humedad en tus ojos, así, si la lloras, ya no podrás llorar más, tanto desgaste de llanto por ella liquidará tus lágrimas.
Suéñala; cada vez que Helios desaparezca y te abraces a Morfeo, sueña con ella, imagínatela en tu casa, en tu cama húmeda de pasión y despierta empapado, idealízala cada día, a cada hora, incluso despierto, así, algún día, ese sueño te parecerá aburrido y repetitivo y quizás, ella misma, de tanto aparecer en tus noches, eliminará tus sueños.
No la olvides; recuérdala a cada momento, encuéntrala en cada esquina, imagínatela entrando en tu casa, golpeando tu puerta, recuerda todos lo momentos hermosos que viviste con ella, mira sus fotos y lee sus correos, quizás así, de tanto verla sin verla, te llegue el tedio de su cara.
No busques a otra; un beso, un abrazo, una pasión no logrará que la olvides, un clavo no saca otro clavo, sólo tendrás dos y harás daño a alguien que no tiene la culpa de tus penas, quédate solo, quédate abandonado, no busque a otra mujer, así, quizás cuando la hayas olvidado, podrás ver en otra mujer realmente lo que ella tiene para ti, y no verás en otra persona vestigios de la que te dejó.
Sufre, sufre mucho; ve al mundo de color negro, sufre lo más que puedas, que tu dolor queme tu alma, calcine tus emociones, sufre todo lo que puedas, quizás, ese dolor se transforme en sólidas convicciones, se transforme en poder hacerlo mejor, en querer mejor.
Enciérrate; no salgas a buscar distracciones pasajeras, sólo te durarán una, dos, tres horas, quédate en casa y vive tus situación, mastícala y trágatela, no busques en actividades poder dejar de pensar y sentir lo que estas viviendo, quédate en casa hasta que el mundo esté listo para recibirte, hasta que tengas ganas de vivirlo.
Hazme caso, y no tomes en cuenta a las personas que te dicen: “olvídala”, “ya va a llegar otra”, “cuando una puerta se cierra otra se abre”, “era lo mejor”, “ya se te va a pasar, nada dura para siempre”, “vamos al cine, te ayudara a despejarte”, “animo, tira para arriba”, “No llores más por esa huevona”, “sale y busca otra mujer”, “Ánimo”, “Dale tiempo al tiempo”, “ya va a llegar la que te conviene”, “a mi me gustaba la Juanita, no sé por que te metiste con esa otra mina”, “¿que sacas con llorar?, sale y pásalo bien, así solo te vas a dañar”, “después de la tormenta siempre sale el sol”, “La prima de mi novia está soltera ¿te hago una cita?”
No hagas caso a esos comentarios, por que yo, que te veo en el espejo sé lo que estás viviendo, sé lo que estás sintiendo, sé que las lágrimas que estás viendo en este momento bajar desesperadas por tus mejillas son las mismas que estoy sintiendo yo en las mías. Llórala, suéñala, no la olvides, no busques a otra, sufre y enciérrate, mira que si no lo haces, sólo disfrazarás tus sentimientos, sólo lo ocultarás y jamás la podrás dejar ir de tu alma, jamás la dejarás de amar. |