30.Setiembre.2002
01.04D
Al salir del Supermercado, el Flaco se sentía fracasado.
Pensaba comprar unas cuantas cosas más de las que llevaba, y se retiraba con una bolsa a medio llenar.
“El mes pasado, con lo que gasté hoy, llenaba tres bolsas como ésta, que no tiene carne ni fiambre.
La carne pasó a la historia, gracias a la avidez de los productores y los dueños de los frigoríficos, que pretenden cobrarle a las masas connacionales empobrecidas, los mismos precios que pagan los ricos países desarrollados.
Antes, Gobiernos un poco más inteligentes, obligaban a establecer un Stock Regulador, para compensar los altibajos y las diferencias entre las cotizaciones internas e internacionales.
Aquellos, que aún pensaban un poco en el pueblo, ante la escasez, autorizaban importaciones directas de papas, aceite, harina y hasta de carne, para permitir que los pobres y los obreros, accedieran a productos de primera necesidad que escapaban a sus posibilidades.
Hoy, parece que el Talento se ha evaporado de los cerebros de las eminencias que nos gobiernan, y como la Virtud brilla por su ausencia, solo albergan ambición y ansias de enriquecimiento a cualquier costo.
Como el Pueblo no da comisiones, queda fuera de prebendas y privilegios, y es víctima de gravosos impuestos y tasas.
La gente anda triste y con cara de caballo, aunque los gobernantes sonríen rozagantes y bien vestidos.
Esta Crisis provocada por la Ineptitud y el Descarne sistemático, pero achacada a conocidos factores externos, tiene responsables que están a la vista, y aún tienen la osadía de descalificar toda oposición: los pretenciosos y soberbios ex presidentes”.
El Flaco se paró en la esquina, entre el numeroso grupo que leía los titulares de los diarios en un quiosco, de garrón, y veía las caras de preocupación y los ceños fruncidos de los lectores.
Algunos comentaban enojados, los nuevos impuestos, condenando al Ministro de Economía, por usar a los trabajadores como fuente de recursos.
Entre los presentes, sobresalía un Señor alto, canoso, que leyendo las noticias, y viendo las quejas, sonreía constantemente, y meneaba la cabeza.
El Flaco no dijo nada, pero quedó estupefacto.
Observó que el hombre abandonó la lectura, y se dedicó a mirar vidrieras.
Cuando alguien se quejaba del aumento de los precios, el personaje se tapaba la boca, como para impedir la carcajada.
El Flaco cada vez más asombrado, comenzó a seguirlo, porque ese comportamiento no era apropiado a los momentos que se viven.
La Carencia y el Empobrecimiento, atacan a todos los integrantes de la Sociedad, así que el hombre no estaba en sus cabales, o había otro misterio que tenía que averiguar.
La oportunidad se le presentó, cuando el extraño sujeto, tomó asiento en un banco de la plaza de los 33, mirando hacia 18.
El Flaco pide permiso, y se le sienta al lado, y casi pegado, para no permitir que otro impida la entrevista.
Y atacó: -“ ¿Vio como se queja la gente, del Gobierno?”.
= Vi.
- “¿ Y los aumentos de Impuestos?”.
= Vi
- “¿Y los precios de los alimentos de primera necesidad?”.
= Vi
Como el Flaco no lograba avanzar en la Investigación, cambió la estrategia.
- “En el quiosco todos estaban amargados, pero usted se reía, ¿Usted está en el Gobierno?”.
= No.
- “¿Y de qué se reía?”.
= No sé si debo contestarle, pero le explico: La mayoría de los que se lamentan y protestan, son los responsables de los altos impuestos, los aumentos de precios, el consentimiento para vaciar los Bancos y la destrucción de la Industria y del Comercio.
- “¿Usted le está echando la culpa al Pueblo?”.
= La mayoría de los que estaban protestando, votaron a quienes están en el Gobierno.
- “¿Y Usted como lo sabe?”.
= Porque estoy facultado para conocer al Mentiroso, al Hipócrita, al Falso..., y al Sincero, como usted.
- “No me venga con eso..., ni que fuera un Ángel”. ¿Es usted un Ángel?”.
= No estoy autorizado a demostrárselo.
- “Ya he hablado con otros Ángeles, pero son muy inteligentes, y las enseñanzas que me dejan, las deduzco después que desaparecen, luego de meditar sobre sus palabras.
Además no me dan tiempo a nada, porque se van muy rápido.
= Los Ángeles se van, cuando huelga su presencia.
- “Bueno, si..., creo que siempre yo tengo la culpa”.
= Efectivamente.
- “Pensar que si nosotros tuviéramos sus poderes, tendríamos un Mundo mucho mejor”.
= En ese caso ya no habría Mundo.
- “Porqué dices eso”.
= Porque los Ángeles no tenemos Ambición ni Pretensiones.
- “No entiendo”.
= Entonces calla, y trata de comprender.
- “¿Puedo seguir preguntando?”.
= Puedes.
- “¿Porqué el Hombre, siendo tan inteligente y teniendo tanto Poder a nivel Planetario, tiene Sociedades sumergidas y otras que viven en la opulencia?”.
= Porque su mente adolece de defecto, y aunque el Invento y la Tecnología avanzan, su mente no ha salido de la Caverna.
- “¿Y eso que quiere decir”?.
= El Hombre Moderno, habitante de las Ciudades actuales, con toda su infraestructura y logística, continúa siendo un troglodita.
- “¿Porqué?”.
= Porque sus conductas, sus métodos, sus intenciones y sus metas, continúan siendo las mismas.
- “Eso no es tan así..., la Inteligencia ha avanzado”.
= Lo que ha avanzado es el Invento y la concreción del pensamiento, que le ha permitido modificar el entorno y los escenarios, creando una parafernalia artificial, de alto costo de mantenimiento.
- “Las Ciudades son una demostración de Inteligencia elevada.
= Las Metrópolis son cotos cerrados de ocio, merodeo, caza, fechoría, delito, actos prohibidos y corrupción, que hacen olvidar los Escenarios Naturales, y propician la Irreverencia hacia la Divinidad.
- “La verdad es que no se me había ocurrido...”.
=El Ciudadano es prisionero en ese recinto, y, habiendo nacido en él, es incapaz de discernir los Artificial de lo Natural, lo Real de lo Virtual, lo Efímero de lo Eterno, y lo más peligroso: lo Bueno de lo Malo.
Las Normas de convivencia son imprecisas, y no se respetan, y aunque todos hablan de ellas, nadie conoce cabalmente los Códigos de Moral y de Ética de la Especie.
Las aproximaciones dadas por los libros sagrados, al no ser avaladas por las Autoridades, se toman como opciones o sugerencias.
No estando consagradas en las Leyes, pasan a formar parte del Libre Albedrío asociado a la Conciencia.
Así se aplican o no, de acuerdo a los escrúpulos de la persona, y todo acto condenable que no infrinja la Ley, no recibe castigo.
Las Ciudades en sí, no significan progreso, aunque le permiten a los ciudadanos, una actuación particular en un teatro exclusivo de la Especie, carente de depredadores de otras especies.
Progreso sería eliminar la Pobreza y el Hambre en el Mundo.
Que las inversiones en Salud y Educación, estuvieran por sobre las efectuadas en Armas y equipos Militares.
Y que cada niño de la Tierra, naciera con la certeza de que morirá de Muerte Natural.
Difícilmente las Sociedades actuales, con Líderes que piensan como las Fieras, lleguen a concretar algunas de esas cosas.
- “Lo que has dicho es muy duro, pero es así”.
Mas..., ¿Cómo podríamos arreglar los problemas que tenemos?”.
= Estas Sociedades enfermas, podrían ser arregladas muy fácilmente...
- “¿Con qué medidas?”
: - Flacoooo!!!.
- “Bingo”-
: - Como estás?, ¡Cuánto hace que no te veía!!. ¿En qué andás?.
- “Y..., aquí estoy hablando con este hombre...”.
El Flaco voltea, y el Ángel había desaparecido.
: -¿Seguís hablando solo, Flaco, veo que no cambiaste.
- “Y..., si, esto es como un juego, viste?.
Y vos, ¿qué andás haciendo?”.
: - Recién salgo de trabajar, y voy para casa, que me esperan mi Señora y las Nenas.
En eso, pasa una mina en minifalda, que le sonríe al recién llegado.
: - ¡Hay, mamita, que bien que estás!!.
Perdoname Flaco, pero eso no me lo puedo perder...
- “Bueno...,chau Juan”.
El flaco, asombrado, miraba el piso y movía la cabeza, como diciendo: “¡Qué bárbaro!!”.
De repente se dio cuenta de que el Ángel estaba nuevamente a su lado.
= ¿Tienes alguna otra pregunta para hacer?.
- “No”.
= ¿Algún comentario?.
- “No”.
= Entonces me retiro, porque tengo cosas más importantes que hacer.
El Flaco se sentía avergonzado y humillado.
En dos minutos, Juan le hizo una demostración de comportamiento cavernario y alejamiento de la Ética y la Moral, realizando un acto prohibido, que aunque se concretara, no tendría castigo legal.
“No nos damos cuenta, y nuestros propios actos nos condenan, de modo que voluntariamente nos vamos hundiendo en el barro social, entrando en zonas donde no es posible retroceder.
La paradoja es que la conducta humana, avanza hacia el pasado, repitiendo errores, desvíos, irreverencias y fechorías ya realizadas, pero con los nuevos actores que salen a escena.
Donde las pillerías y pioladas, son consideradas hazañas, cometidas por Mujeres y Hombres inteligentes, la sumatoria puede llevar a la debacle.
Este freno inconsciente, que desvía los pensamientos hacia los pequeños logros, boquea todo aporte hacia las Grandes Realizaciones.
De estos Integrantes Sociales, no es posible esperar emprendimientos importantes.
Antes, el ocio y la chatura, podrían llevarlos por caminos indeseables.
Tal el origen de los Vicios que destruyen a los individuos, que sin dudas en la mayoría de los casos, podrían ser útiles a la Sociedad.
Los Genes son los responsables de la persistencia del defecto.
La Criatura no le ha quedado bien al Señor.
Ningún Creador tiene satisfacción al destruir su Obra: no seremos destruidos.
Solo podríamos ser abandonados a nuestra suerte, para que, al aflorar nuestra verdadera Esencia, se marque nuestro destino final.
El Dios, posiblemente abriga una esperanza, y nos perdona la Vida, para ver si como la Mala Semilla, terminamos destruyendo a los demás, para luego devorarnos a nosotros mis-mos..., o recapacitando, aplacamos el defecto y nos acercamos a la Fuente de nuestra Vida.
Lo que está a la vista, no es muy prometedor, pero es lo único que tenemos para reconstruir nuestra imagen trascendente.
Si unos pocos, los Líderes, comprendieran estas cosas, podría aguardarnos un porvenir venturoso y cierto; de otras posibilidades no es conveniente hablar”.
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