En el Libro La Gran Transformación de Karl Polanyi (1886-1964) segunda edición 2003, Fondo de Cultura Económica, encontramos en el prólogo al Premio Nobel de Economía 2001, J.E. Stiglitz y en la introducción a Fred Block, intelectual de la tradición estructuralista, que le va a dar más preponderancia al Estado sobre la Sociedad. Estos presentadores realzan la figura de Polanyi en el plano económico, y le dan actualmente una presencia importante en la discusión de ideas en esta segunda década del siglo XXI.
Presentamos una síntesis importante de las primeras treinta páginas (30) de las ideas plasmadas en este libro:
Polanyi se contactó tempranamente en los años 1920 con LV Mises y F Hayek, cuando intentaban darle legitimidad al Liberalismo de Mercado. Después de la segunda guerra mundial ambos fueron promotores de estas tendencias en los Estados Unidos y en el Reino Unido e inspiraron a Milton Friedman; Hayek se convirtió en el padre del Neoliberalismo y le dió base política a Margaret Thatcher y a Ronald Reagan en procesos de desregulación, liberalización y privatización de sus respectivos programas de gobierno.
Como investigador Polanyi trabajó después de 1945 en Dinero, Comercio y Mercados en Sociedades Precapitalistas, además de Comercio y Mercado en los Imperios Antiguos.
Hay que destacar en este pensador la introducción del concepto arraigo (incrustado) al pensamiento social. Comenta que tradicionalmente la economía es un sistema de mercados que mediante los precios ajusta la oferta y la demanda.
Como sistema la economía no tiene autonomía, por estar supeditada a la política, la religión y las relaciones sociales.
Este concepto de arraigo mejora el criterio que las transacciones económicas dependen de la confianza, el entendimiento mutuo y la aplicación legal de los contratos.
El desarraigo del mercado es similar a tensar una liga gigante. Los intentos de dar mayor autonomía al mercado aumentan la tensión. Si se estira más esta liga se romperá, lo que representa la desintegración social. O al no tensarla la economía regresará a una posición de mayor arraigo, con respecto a la sociedad.
La economía debe estar subordinada a la sociedad, el sistema de mercados autorregulados hace que la sociedad tenga que arrodillarse ante la lógica del mercado.
Un mercado autorregulado es una utopía total, al existir aniquila la sustancia humana y natural de la sociedad; destruye físicamente al hombre y transforma su ambiente en un desierto.
Los seres humanos y el ambiente natural se convierten en simples mercancías, que asegura la destrucción de la sociedad y del ambiente.
Los teóricos de los mercados autorregulados y sus aliados empujan de forma constante a las sociedades humanas al borde de un precipicio.
La definición de mercancía es algo que se produce para venderse en un mercado. La tierra, el trabajo y el dinero son mercancías ficticias porque no se produjeron originalmente para venderse en un mercado.
La economía moderna parte de la pretensión de que estas mercancías ficticias se comportan igual que las reales. Y este juego tiene consecuencias fatales. Viéndolo así la teorización económica se convierte en una mentira, que pone en peligro a las sociedades humanas.
El primer argumento importante para Polanyi es el moral: al tratar a los seres humanos y a la naturaleza como objetos cuyo precio se determine por entero mediante el mercado es simple y llanamente un error.
El segundo argumento se centra en el papel del Estado en la Economía, cuya función es ajustar la oferta de dinero y crédito para evitar los peligros de la inflación y la deflación.
El Estado debe manejar la demanda cambiante de mano de obra, con educación y capacitación para los trabajadores; este papel de manejar la mercancía ficticia coloca al Estado dentro de la Economía.
Sostener la postura del Liberalismo que el Estado está fuera de la Economía es a todas luces imposible.
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