Hola querido Lemusino

no sé si tu mensaje sirvió para atraer a la diosa Chimalma y a su hijo Quetzalcoalt, pero empezaste no tan mal pues al menos me invocaste, aunque no sea ningún dios.
Fragmento de un correo electrónico


Un abrazo Lemusino
indagador de mitos antiguos
invocador de serpientes, demonios y otras criaturas por el estilo
por un mundo que no tiene ninguna memoria
por un mundo en que no hay nada sagrado
si son los menos
pero son muy imprescindibles
los acompañantes de todos los dioses
los servidores de los fuegos
de espacios antiguos, de los recovecos interiores
con sondas electro soñadas
de intuiciones cosmológicas
de arcas eléctricas
de mitos llenos de sangre y fuerza
que transportan vida y más vida al plano de los hombres
para mudar al tiempo que se repite
de la aburridera latente
del vagar sin sentido
sin la certeza de la vida misma
con sus energías disipadas
de imágenes fugaces
del temor de estar con vida
del olvido milenario
del intento de la vida
de la intuición de otra vida
de la comprensión en espiral

Saludos gran invocador de fuerzas olvidadas
que tus conjuros no te dejen acá
que no te pierdas nada de allá
y que encuentres a viracocha y sus demonios o luces
con sus huestes de seres extraños
que son los guías necesarios
de aquellos que aún los ignoran
pero que duermen intranquilos el maldito sueño milenario
porque el velo no perdona
aunque quieras morir para siempre alojado en él
aunque truquees tu conciencia
aunque te encierres en la oscuridad misma
aunque llenes tu conciencia del ruido de toda la ciudad
aunque quieras parar a la vida misma
porque el velo no perdona

saludos gran generador de imágenes
yo te convoco para que nos cuentes y te deseo bienaventuranza
que vayas y explores todo
ve y conoce al centro mismo generador de todo mundo
y que vuelvas no intacto sino transformado
quizá en pájaro de algún antiguo dios
o quizá en el tigre que necesitamos
con tu visión y tu enigma más oscuro
y que no olvides de pedir por nosotros nunca
que estamos acá mirándote y no te podemos olvidar

Lemusino, sueñas en maya y nosotros soñamos contigo
y que vuelvas siempre para acá
que no creas, que alguna vez viajaremos contigo
pero que acá te necesitamos acá
pero sabes que sueñas y que encuentras
con tus certezas de explorador antiguo
con tu osadía de reto a la muerte y al tiempo
con tus regiones ciertas y poco exploradas
con tu nomadismo de desierto intranquilo
contigo mismo a la cabeza
de legiones de hombres enteros
sin más armas que un ímpetu y un mapa
sin más ropa que el sueño mismo
con sus luces y sus sombras
y con tu amor a la cabeza

pero Lemusino no olvides que nosotros también soñamos contigo
soñamos con tus fuegos transformados en códigos griegos
y sueñas y nosotros también necesitamos viajar
y descubres paisajes solares y nosotros también descubrimos ciencias enteras
alojados en viajes y en búsquedas planetarias
alojados en lo profundo de la mar oscura de la conciencia
alojados como un profundo sueño más antiguo que cualquier civilización
formadora de hombres y de fuegos fatuos y de sacerdotes que guardan códices para la memoria débil
escritos llenos de ritos y ritmos que actúan por si mismos
catapultantes a los espacios sagrados
pidiendo acá por ti y por todos
y levantando el alma más allá que el mar mismo
pedimos no olvidar a lo sagrado nunca más
Lemusino, sueñas y viajas y nosotros mientras tanto no te olvidamos nunca