Permíteme una mentira; ‘’estoy bien’’.
Así que actuaré con naturalidad y demencia,
para que creas que amo esta vida.
Me conoces… así que te seguiré el juego,
y me reiré de tus palabras.

Fingiré que no me importa verte enamorada
(está demás decir que no es de mí),
fingiré entonces que no desearía estar lejos de aquí… y como desearía estar lejos de aquí.
Si se escapan las palabras,
y las miradas de rencor y envidia.

Permíteme actuar como si fuera un día cualquiera,
y como si tú fueras alguien común para mi vida. Entonces actuaré como si estar cerca
o lejos de ti no tuviera relevancia.
Como si me diera lo mismo que me ignores
o que me quieras.

Soy un mentiroso y un embaucador,
lo siento, pero esto me ha dado protección,
para que los daños en mi contra sean menores.
Y no quiero cruzar la línea,
pero siento miedo de lo que pueda acontecer.
Así que me hundo en mentiras…
y actuaciones baratas…
que vida más dramática y teatral, todo para hacerte pensar que estoy bien.

¡Y esto no es otro maldito poema de desconsolación!
No quiero que creas que estoy siendo melodramático, y que es solo otro estúpido escrito para llamar tu atención.
¡Esto es fuego de mi enardecido corazón!,
razón de mi mente obsesionada,
y parte de la desolación de mi alma,
con un poco del frío de mis palabras.

Entonces te voy a mentir…
con orgullo inventado de mi loca imaginación.
Y revelarte con acciones falsas e increíbles acciones,
cuan poco te deseo
y cuan lejos te quiero de mi vida.

Voy a blasfemar y suponer que no te necesito,
y que te puedo reemplazar,
que me puedo ir sin mirar hacia atrás.

Voy a mentirte,
voy a engañarte,
voy a hacerte suponer que no te amo,
que estoy bien,
que no te necesito,
y que me iré.