I.
Cesó la música…
más no el recuerdo,
afuera llovía continuamente,
ocultaba mis lágrimas al darme cuenta de mi soledad.
Pensé en ser el mensajero y pedí ser feliz.
¡Hoy no voy a llorar ¡ me repetía,
aunque no nos volvamos a encontrar-
¡Hoy no voy a llorar!
Aunque seca mi alma entristezca,
ante el paso inútil del tiempo…
II,
Y sigo al pendiente de salir del infierno,
contemplo con angustia como se dispersa la maldad…
¡Estoy aquí!,
Aguantando el dolor y
La monotonía de mi ser…
¡Quiero soñar!,
Pero todos mis sueños se han ido,
en su lugar tristezas se han quedado.
III.
Hoy no voy a llorar,
tan solo pondré orden a mis ideas.
sabré que lo que ocurrió,
no solo fue un relato de cantina,
un sueño, una broma o quizá del encargado del tiempo.
Ilusión o fantasía,
en verdad ansiaba vivir un sueño,
saber que por algunos minutos era real…
Hoy ya no voy a llorar…
aunque todo termine entre las sombras,
y que ya no habrá alegrías.
solo susurros,
existirá dolor y también agonía,
Escucharé palabras huecas y vacías…
Volveré a morir.
IV.
No sufras corazón.
Pues el dolor es pasajero,
no pienses en llorar.
aunque el color del cielo no sea bueno,
piensa en amor y no en tristeza
y aunque el sueño termine…
La cosecha será buena.
No sufras corazón.
Pues la agonía ha terminado,
invéntate un destino, aunque no amanezca a tu lado.
No sufras corazón.
que el sufrir es el pecado,
amar, amando sin sentir,
aunque se vaya de tu lado.
No sufras ya.
No invoques más…
V.
Tranquilo mi corazón.
No pienses en lo perdido,
Pues en lo que creíste amor,
Ya pronto estará en el olvido…
Nuevamente canta a Dios,
inspírate en lo reído,
coméntale solo a en
lo hasta ahora vivido…
Recuerda mi pobre amor,
lo que tienes por delante.
invéntate una canción,
siempre viva y constante.
Tranquilo mi corazón
que mañana al despertar,
lo único cambiado serás tú,
con un nuevo horizonte por delante.
|