En una barra de cantina te encontré...
-Amigo mío- dije cuando te vi
-triste y sombrío creo que te ves-
acercándome a ti... te quise hablar
-Apura esta copa que hoy te invito-
así contigo intenté beber para olvidar…
había un no sé que en tu mirar
que mi embriagues quería entender
Nada dijiste pero bebiste
aquella pagana copa... para olvidar
-nada hay que a una copa se resista-
te dije el escanciar más vino para brindar
toda la noche estuvimos así
hablándote y libando en aquel antro
solo bebiste y escuchaste mi dolor...
buen compañero de ocasión
Dioses y diosas por doquier
en aquel rito de placer
que da el beber por religión
pero sin cielo ni verdad en comunión
sin un altar a respetar
nunca dando más que...
el consentir al unitono mi quejar
Nada recuerdo hoy de aquel
pasajero amigo ocasional
que ayer bebió y sin regatear
las tantas copas que pagué
De los efluvios vanos del alcohol
leves viene a mí...
reclamos que espeté
cuando ese “aquel”
me abandonó
ya no se rió cuando reí
y no lloró cuando lloré
será quizá que lo golpeé
pues no sé si reclamé...
mira que beber mis copas
y no compartir sus cuitas
... eso no es de amigo en copas
Cómo dejarme solo en la cantina
sin departir junto al vino
risas y llantos de aquello
en lo que pararán las misas…
Hoy me pregunto
del porqué... en mi cuenta
un espejo roto aparece
acaso era yo...
en un reflejo absurdo
... al que brindé la copa