Extraña te sentí hoy, ciudad sería la noche de fin de año, o tal vez mi nueva niñez, pero encontré en tus calles los paisajes del viaje quieto. Mi frente rompiendo la noche, mis pies en dirección segura, sentí bajo el cementó de tus plazas un abrazo de la tierra. Ahora tu efímera rareza queda estampada en el vacío para los ojos de quienes todavía no te conocen.
Texto agregado el 31-12-2010, y leído por 877 visitantes. (2 votos)