A Gadea, la niña de los símbolos.


Ejercía cómo voluntaria en un módulo para ciegos. Dedicaba la mitad de su vida a entrenar perros guías y hacer de Madrid un lugar más ameno para los discapacitados. Su compañeros le decían lamujermascota por el gran amor que demostraba tener con los animales. PETA realizó una sesión fotográfica con monos áfricanos. Ella estuvo invitada. Lamujermascota… a ella, cómo zoofilica de clóset, le encantaba su apodo.