No hay nada accidental en una improvisación, la improvisación por sí misma es un arte y exige un talento para el que es capaz de ejecutarla. La improvisación no viene de la ignorancia, se debe saber mucho sobre muchas cosas pero sin saber exactamente que es lo que se debe hacer. Es ir a ciegas disparando al aire.
Para la improvisación no se necesita nada de ese infame concepto de carisma o libertad artística o mucho menos aquello de "el artista y su obra", porque a menos que se tenga mucha suerte, el farsante (título que prefiero darle a aquel que improvisa) no es capaz de lograr exactamente el mismo efecto haciendo lo mismo que hizo en su improvisación.
Sí, la improvisación es consecuencia de la persona en la circunstancia, como lo que canta un ebrio cuando está feliz.
El farsante está ahí para convencer a una audiencia que puede o no saber que lo que está a punto de suceder es un acto de locura instantanea, una gran cantidad de palabras, música y movimientos que surgen porque deben surgir para que nuestro farsante no se sienta avergonzado.
La improvisada es en muchos casos una demonstración de genialidad, donde nuestro farsante puede llegar a convencer, enamorar, enseñar y sorprender a su audiencia. Pero para ello debe existir algo que haga que todo suceda, una cualidad de esta persona que sea capaz de hacer que el incauto (como llamaremos de ahora en adelante a la audiencia del farsante) se convenza, enamore, aprenda y se sorprenda.
El farsante del que hablo es capaz de improvisar bajo cualquier circunstancia, no es una persona que pueda caer mientras tenga la posibilidad de hablar. No importando que su verborrea sea descubierta, es decir, que el incauto se de cuenta de que lo que presenció fue una improvisación, el farsante podrá facilmente volver a convencer al incauto si la necesidad o las circunstancias le llevan a improvisar otra vez.
Pero la improvisación es un acto limpio, hábil y con clase. No es mediocre. Nosotros siempre hablamos de la mediocridad y la asociamos con la improvisación, pero en la improvisación se puede triunfar, así que no están relacionadas. La mediocridad forma una parte de nosotros que bien deberíamos acabar, porque lo que ha hecho con nuestras vidas ha dejado marcas indelebles en las generaciones por venir, es decir, nada bueno saldrá de nuestras entrañas si no lo hacemos bien.
Imrpovisar es solo el hecho de pensar las cosas mientras las escribes, actúas, cantas o ejecutas. Es hacer sobre la marcha, como lo he hecho yo a mi vez con este ensayo.
O debo escribir mejor, improvisación de ensayo. |