Me vestí como princesa,
con un hermoso vestido de seda y perla
arreglé mi pelo en un moño alto, típico de realeza
y guardé mis mañas con agraciado caminar.
Pero apenas hablé me delaté
y el rostro de todos en el baile me avergonzó,
es que no pude disfrazarlo:
tengo irremediable acento de clase media.
Texto agregado el 23-12-2010, y leído por 167
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Lectores Opinan
26-09-2013
Me encantó, qué buen cuento corto.
Te abrazo. gsap
26-12-2010
bonito final....sabe eddybatista
23-12-2010
Es mejor así niña, ser de clase media es como ser princesa, ni más ni menos. Un beso y mis estrellas. Magda gmmagdalena