Algunos dicen que lo mio es un don, yo mas bien lo creo una condena.
Hace mucho descubrí que puedo expresar en palabras aquello que me cercena el alma. Invento imágenes a mi antojo, las delineo con bellas palabras, las decoro y organizo en un lienzo blanco... las tallo en dura piedra, les doy color, las busco entre los restos de mi naufragio.. escojo con detalle o dejo que aparezcan como ellas quieran... Y las suelto al mundo.
Hay a quien, al leerlas, se les antoja exquisitas, desgarradoras, hirientes o sinceras... tal vez extensas y renuentes, pero siempre emotivas. ¿Qué sabrá nadie? Qué sabrá cualquiera que esto lea, de las palabras que no escribo, del significado del espacio entre sus lineas, del vacio que dejan tras parirlas.
Una vez un amigo me dijo que seria una poeta mediocre, porque solo aquellos que tienen una vida triste y vacia serian grandes escritores. Lo que no sabia ,el pobre, es que también sería una persona mediocre.
En mis épocas de hastío y sequía emocional, mis textos se empapan del amor que me falta, les concedo el beneficio de lo inexistente. Vomito tinta negra que termina tomando extrañas y oscuras formas. Logro descrifrar, tal vez, el camino tras espantar el nubarrón con este par de manos. A veces, incluso puedo llegar a ver el sol...
Pero me desentiendo de ellas en cuanto nacen.
Soy la madre que abandona a sus hijos, pero los recuerda cariñosamente dolorida. Soy la adolescente que aborta el dia de su cumpleaños, y luego se va de fiesta. Soy la perra que, tras el parto, aborrece a sus cachorros. Soy la diosa que rehusa dar la redención al acólito arrepentido.
Soy juez y verdugo de mi propia vida.
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