Dos días antes.
Desierto de Nevada. Ubicación secreta.
Nombre clave: Área 51.
Conversación entre un explorador y su base por intercomunicador:
Alfa1: Omega, este es Alfa1 reportándose desde la ubicación 3-0, confirmando normalidad, cambio.
Omega: Alfa1, confirmado, favor dirigirse hacia la ubicación 3-3 para continuar el patrullaje de rutina. Cambio.
(10 minutos después)
Alfa1: -----Atención------portando--------torsiones -----Omega--------NOS ATACAN----------
Omega: Alfa1, confirme ubicación… Alfa1, responda…. Alfa1, Responda…
Solo se escuchaba una interferencia de radio y, fuera de eso, silencio.
El operador de rutina confirmó la ubicación del helicóptero Comanche modificado de nombre clave Alfa1, usando para ello el transponedor instalado en la nave desde su construcción. Luego llamó a su general para informarle lo sucedido.
10 minutos después un equipo de rescate llega a 10 millas al suroeste de la ubicación de la base. Al llegar al lugar del siniestro encuentran los restos del helicóptero y al piloto, milagrosamente vivo, pero con heridas considerables y una costilla rota.
General: Hijo, vas a estar bien. Pero, antes que nada, necesito que me digas ¡qué, en el nombre de Jesucristo, sucedió acá!
El general, hombre aplomado y de carácter firme, pero calmado, acerca su oído a los labios del soldado Simpson, aún tendido en la camilla, antes de entrar a la ambulancia. Luego de 5 minutos de escuchar atentamente, el general, evidentemente aturdido y abrumado, deja que la ambulancia emprenda su camino con el soldado herido. Mientras ve al vehículo alejarse, uno de sus soldados se le acerca…
Soldado: General, tenemos confirmación. Aproximadamente 25000 RADS. Lo que sea que le haya pegado a este helicóptero era radioactivo, sin duda.
General: ¿Han encontrado algún rastro del agresor?
Soldado: Sígame, general…
Dos minutos después, el general se baja del jeep que lo transportaba. Mira al frente y saca su teléfono móvil. Antes de marcar, se acerca al soldado con quien habló antes y le dice: “Hijo, asegúrate de que nadie conozca esta información, ni siquiera en esta base”. Luego marca un número y coloca el auricular en su oreja izquierda. “Señorita, comuníqueme con la base NEST”, mientras mira con asombro el gran cráter que tiene frente a sí, que es estudiado por un equipo de 5 personas, todos usando trajes anti radiación.
Entre tanto…
Los Ángeles, California.
Estudios de cine “Warner Brothers”, 2:30 a.m.
El vigilante de turno hace su ronda de cada 30 minutos por los estudios mientras, como de costumbre, contempla maravillado las piezas de ingeniería desarrolladas para cada producción. Es solo otra noche tranquila y cálida en los estudios en la madrugada. Al salir de la bodega de elementos pertenecientes a las películas de DC Comics mientras bebe su café cargado de costumbre, para aguantar, siente una gran explosión tras de sí, que lo lanza por los aires unos dos metros hacia adelante. En medio del susto se levanta y gira rápidamente. Cuando eso sucede un vehículo que él ha contemplado cada noche casi lo arrolla y emprende la huida. Rápidamente se dirige a su caseta y llama a las fuerzas del orden. 10 minutos después llegan los bomberos, la policía y un vehículo negro, aparentemente con agentes federales.
10 minutos después la policía sale del lugar de los hechos y el guarda de seguridad es acompañado por uno de los agentes. En el reporte oficial del guarda, que ahora está en manos de los agentes, dice específicamente “Un asaltante hizo explotar las bodegas de ingenierías, y escapó en el vehículo TUMBLER, robándoselo”. Mientras salen del lugar, el vigilante mira con asombro que ese mismo vehículo, del que había hablado en su reporte, aún se encuentra en el lugar donde siempre había sido almacenado, justo al lado de un inmenso cráter que yace sobre lo que era el sitio de almacenamiento de los elementos de la película “Batman y Robin”, y de los cuales ya no queda nada. Mientras los helicópteros de noticias cubren los acontecimientos y el cuerpo de bomberos termina de extinguir los peligros, el vehículo negro, aparentemente con agentes federales y con un conserje dominicano de 45 años en el, abandona el lugar con rumbo desconocido. |