Hace casi cincuenta años,
cuatro bardos locos,
todos oriundos de una isla
al otro lado del Atlántico,
conformaron una gran
banda de música rock, o no se...,
fue una de las mejores
bandas en toda la historia
de la música.
Diferentes estilos musicales,
diferentes fachas los caracterizaron,
uno en la batería, otro en el bajo,
y los otros dos en la guitarra.
Desde un, "ámame", y
"queriendo tomar tu mano",
pasando por "la noche de un día agitado",
pidiendo "ayuda", como si todos
ellos fueran un "hombre sin lugar",
navegando en un "submarino amarillo",
paseando por un "campo de fresas"
entrando en una extraña milicia
para fundar el "club de los corazones solitarios",
realizando un "viaje mágico y misterioso",
creando "cebollas de cristal",
un extaño "juego de palabras"
mientras "una guitarra llora dulcemente"
repitiendo a cada rato el "número nueve",
tratando de decir "algo",
para entrar en un "jardín de pulpos",
y desear que "venga el Sol",
tratando de "regresar"
"dajando ser" a todo y a todos,
y acabar en un "largo y sinuoso camino"
para tratar de llegar al corazón de alguien.
El "submarino amarillo",
su vehículo oficial,
estuvo en las aguas
del manso Río Guayas,
se sumergió, pero no salió,
fue arrastrado hacia el Pacífico,
y llevado hasta una abismal fosa,
donde la presión de "n" atmósferas,
lo destruyó por completo,
hoy reposa en las profundidaes,
en algún lugar del Golfo de Guayaquil. |