El otro día me contaron una película sobre unos parásitos que entraban al cuerpo de la gente y la convertían en una especie de zombie, cuando dominaban todas sus capacidades en ese momento comenzaban a infectar al resto de las personas introduciéndoles parásitos que ellos botaban por la boca y así todos se convertirían en en la misma raza y dominarían al mundo .

Es frustrante ver esa analogía en la vida cotidiana , al igual que en la película , personas visiblemente sanas con criterio formado y cierta dignidad en sus miradas pero al pequeño pestañeo del resto, comienzan a escupir pequeños parásitos que infectan todo lo que tocan y el aire se vuelve nauseabundo de un veneno putrefacto donde sólo dan ganas de salir arrancando .

Todos ,en diferente nivel, podemos " sentirlo" de distinta forma , se puede pensar que ellos son un buen hábitat para este tipo de bichos y por lo mismo es lo que merecen para mantener la continuidad del caos y a otros nos envuelve una inmensa pena saber que en algún momento todo terminará mal y explotará su centro .



En algún momento cuando los parásitos se encuentren saciados de ese cuerpo la abandonaran para buscar algo mejor , dejaran el cascaron vacío sin nada más que vomitar quedando restos de razón y una pizca de conciencia .

En ese instante podrán dormir tranquilos al fin sin tener esa tortura ( vida) y lograr un buen comienzo [siempre hay esperanza ] donde la realidad tratará de no [siempre] superará la ficción.