Cristal: Voy cayendo sobre un cielo celeste que oficia de almohada.
Y que tú amado mío,
te fuiste como un pájaro detrás del viento.
La muerte es una cortina que separa la realidad del cielo,
como los sueños que son la canción que está tan lejos,
que solo se escucha en nuestro interior.

Lucas: Un frio brutal tala mis huesos, que ahora son tripas, que la distancia nunca termina de romper en la empalizada.
Ya no soy quien era pero sigo siendo algo con vida, que va abriendo camino hacia el juicio final, donde luego he de partir a donde dios de nuevo disponga.
Cristal: Por mucho tiempo vamos a detener la risa dándole rienda suelta al llanto.
Con tus hijos en la memoria te llevaré, montado sobre un puñado de recuerdos, que duros como rocas permanecerán inalterables mientras estemos presentes en este espacio de tiempo.
Lucas: Ya verán que si voy ha entrar en el cielo.