A MARAVILLAS. Desde el tango “Cambalache”

“Que el mundo fue y será una porquería,
ya lo sé;
en el quinientos seis
y en el dos mil también;
que siempre ha habido chorros,
maquiavelos y estafaor,
contentos y amargaos...”
“Pero que el siglo veinte es un despliegue
de malda ´insolente
ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue
y en un mismo lodo todos revolcaos.
“Hoy resulta que es lo mismo,
ser derecho que traidor,
ignorante, sabio, chorro,
generoso, estafador.
Todo es igual; nada es mejor....”
(Tango “Cambalache”. Letra y música de Enrique Santos Discépolo).



Para esta desolada época, como bien la describe el poeta-músico-filósofo, Santos Discépolo, “todo es igual; nada es mejor”.

Un gélido manto blanco ha cubierto el Planeta....y la nieve tiende a emparejar todito.

El encuentro con “Maravillas” despierta...y los entumecidos miembros comienzan a moverse.



Con respeto me dirijo a ti, Maravillas. Entre los muchos dones, tienes uno, peculiarísimo, el don de la palabra...ella, cuando es auténtica, permite la sonrisa y el gozo; cura heridas; perdona; orienta; produce la liberación de las potentes riquezas humanas.

Desde las profundidades del silencio, surge tu verbo interior bello, verdadero y bueno, hecho carnadura en poesías, cuentos, reflexiones, comentarios...

Tu mirada de cóndores te permite ver que nó todo es igual; que hay cosas que valen y otras que nó, pasando por los grises de la mediocridad, las ideologías no pensadas, tabúes, ídolos y más ídolos de las más diversa índole. Tu sabes muy bien que la condición humana no quiere las preguntas y se regodea con las respuestas “fabricadas”.

Esta misma mirada, agudizada, te permite distinguir la belleza de la verdad, y ambas del bien, con sus conexiones enigmáticas.

Ello te ha posibilitado poseer las llaves de dos secretos:
-- de lo que no se puede hablar, hay que callar.
-- Y de lo que se puede hablar con sentido, primero hay que beber en la fuente del silencio.

Y aquí está tu preciado fruto: un pensar amoroso e itinerante...nos enseñas caminos.



Máximo, Islero. Santa Fe, 10-07.04