PARADO EN LA ESQUINA DEL YO...
Concurren como huéspedes,
Se disponen a todo,
Son como tábanos en la oreja.
Su instrumentación sugiere:
Con jabón degradar fácilmente los olores,
Intoxicarme con preludios hedonistas.
A ver, Ché ¿con cuántas letras me han de matar?
Cuando pase esto, la profesión del poeta,
Va a quedar más discontinua
Que la de relojero,
O la del deshollinador.
No ha de contener mi alma
Aromas, colores ni otros aditivos sintéticos de algún boceto Idealista.
El carbonato sódico reducirá las grasas
Y quitará mis manchas de teorías xenófobas,
Me invitan a desinfectar y ablandar las falsas risas,
A revisionar los versos, las carátulas,
A limpiar el kiosco de los afectos y las vanidades,
A contemplarse a uno mismo,
A no ser un aburrido,
A revisar el calendario, lo bueno, lo malo,
A saltar la medianera de la intolerancia,
A examinar mi desacato exasperado,
Para que el muro no se caiga a
Pedazos bloque por bloque
Como reza el manual.
A malversar fondos de mi historia,
Rubro por rubro,
En mosaico y asfalto,
Y en cada etapa a convencerme,
A no llorar las mentiras sino
A seducirme con sus verdades.
Las de ellos.
Concurren estas cacatúas
Invitando a que sea un arrepentido,
A que no sea uno mismo,
A convidarme todos sus miedos,
A envilecerme como tanta hiedra,
Enredando a diestra y siniestra…
Dentro de una procesión
A que sea necio,
Lejos de alguna siesta;
Me invitan a ser negligente,
A que no tropiece con la misma piedra de la rebeldía.
Ser puchero y oro entre tanta gente,
Que es lo único inteligente,
De un mundo con tanta mierda.
Tal vez yo no quiera eso a mi medida.
Puedo organizarla con promesas,
Por adioses de hace un tiempo,
Por colores,
Por ministro y edecanes,
De soberbios,
De ignorantes,
Por tacto y estrategia,
Por sabor de alguna risa,
Por época cuántica,
Trato de no ponerle candado a la nostalgia,
¿Política se llama?
¿Fundamentalismo la coartada?
¡Hipocresía la palabra¡
Fiel a mis convicciones;
Creer en uno mismo, es el acto más positivo.
Ahora, el alma se llena de calma,
Avizora un rumbo, y
No puedes evitarlo.
Son mundos cruzados
De un tipo que decidió quemar las naves,
Ya lejos de los milagros.-
Daniel O. Jobbel
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