Inicio / Cuenteros Locales / franchu / Un amor anónimo
Aquella tarde ella estaba vestida como cualquier persona y no era notorio el tiempo que dedicó frente a su espejo. Ella estaba delante de los ojos del hombre tal cual estaría una persona común en un día corriente, pero que ojos tan bellos y que sonrisa tan sincera, su alegría al ver aquel joven no se podía esconder.
Sus piernas le temblaban y su ropa estaba mojada, aquella tarde llegó el joven con un sólo deseo, contemplar el rostro de su amada, un salto de alegría dio se corazón cuando la vio allí de pie en la puerta de su hogar.
Sus miradas se encontraron y ambos rostros sonrieron, el mundo de aquel joven era aquella inocente dama, pero él nunca supo que significaba el para aquella ella. Mucho había escuchado y varias cosas había notado, y esta fue su respuesta, estamos enamorados.
Nunca se dijeron nada, su amistad crecía y crecía y sus ojos brillaban cuando sus miradas se encontraban, pero nunca se dijeron nada. Aquella tarde enmudeció el anónimo, nunca se supo de su nombre y poco después partió sin decir palabra alguna.
Ella descansa cada noche sin saber que al otro lado de la ciudad un corazón entona con lágrima melancólicas la única canción que aquel joven le dedicó a su amor.
Este es un amor anónimo pues él no tiene labios para hablar y ella no tiene oídos para escuchar.
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Texto agregado el 25-11-2010, y leído por 79
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