Hay noches en que el alma
me fuerza a pasar por tu vereda,
antes pasaba, y a veces me quedaba,
pero estas noches
así
sola
nada más paso
a contemplar tu casa
y veo en mi recuerdo
la última vez
que me quedé contigo ,
esa postrera noche
yo llegué feliz
porque te quería,
sin presentir siquiera,
que una hora más tarde
tú me matarías.
¡buenas noches! te dije
¡buenas noches!
!qué ironía!
tú también repetiste
y hablamos,
reímos,
dijimos,
hoy no sé lo que hicimos,
hoy solo recuerdo lo último
así de golpe,
sin remordimiento alguno me dijiste
ya no te quiero
mis sienes eran rocas
que repetían los ecos de cuatro palabras
ya no te quiero
mi boca masticaba tus últimos recuerdos
ya no te quiero.
Mi amor mira,
mira lo más profundo de mi mirada
y dime
no es cierto que nos queríamos tanto
más si vas a golpearme nuevamente
! calla !
Mi vida,
escúchame,
hazlo por tu nuevo amor,
por quién sea,
pero escúchame:
estuvimos dos primaveras
o mejor dicho
dos tristes inviernos
matizados con flores de felicidad
que mi amor te daba
Mi dulzura,
solo dime
que me quieres
te es tan fácil mentir
¡ Miente!
y así,
con esa pequeña ilusión,
iré diciendo por tu vereda,
ebrio de pena
las últimas palabras
que brotaron de sus labios
como gotas de paz
fueron
te quiero pero vete
te quiero.
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