Bailemos en silencio mi amor, cógeme de la cintura y viajemos en el tiempo. Cerremos los ojos y sintámonos.
Hueles bien, me gusta que me traigas y me lleves, a tu espalda y a tu mundo. Arriba, abajo. Mírame, me haces sonreír. Eres para mí.

Ya no me acuerdo de mi nombre, ni de cómo te conocí, solo me encuentro inmersa y feliz en este compás y en la copa de mistela y anís. ¡Que jamás pare este momento! Por un momento me convertí en estrella, lo que siempre quise ser, alejada del mundo y apoyada sobre tí, mi cielo, ¡bailemos hasta morir y olvidémonos de todo lo demás! No vayamos a trabajar y riámonos de todo, y si hace falta murámonos de hambre.

Qué bueno así, ese es mi corazón al descubierto. Señor Blues, enamorada de tí.