Las primeras maquinas de coser con el movimiento de los pies, se ponía en marcha el mecanismo que hacia tic, tac, muchas veces y muy regularmente la aguja pasaba la tela de parte a parte, subía y volvía a picar dejando detrás de si la vuelta cosida de manera fina, igual y perfecta; Bartolomé Thimonier es el nombre casi desconocido del inventor de la máquina de coser, era un pobre sastre dotado de ingenio y habilidad, hijo de un tintorero de Lyon esa ciudad rica en figuras ilustres, entre la que se encontraba el obrero Jacquard que invento una maquina de tejer.
Un día se apodero de Thimonier la idea de realizar la costura mecánica y no descanso hasta conseguirlo, cuando la maquina estuvo totalmente terminada se dijo así mismo " esta es una magnifica creación para la industria del vestido" y me traerá el pan para mi numerosa familia, pues como sastre ganaba muy poco y no podía salir de pobre, hablo y presento su invención a varias personas que se burlaron de su máquina y de su creador, entonces pensó que nadie es profeta en su tierra y que debería ir a París, pero surgieron varias interrogantes ¿de donde sacaría el dinero para este viaje? y se contesto pues bien andaré con mi maquina a cuestas ¿ qué hare para comer en el camino y donde dormiré? pero los inventores son industriosos se fabrico varios títeres, una cristobita, un gendarme, un arlequín, un Juan lanas y una colombina, metió a todos sus personajes en una caja, le dio un beso a su mujer y a sus hijos, les dejo los últimos cobres que tenía en los bolsillos para que fuesen tirando hasta su vuelta, se hecho a andar por estos caminos de Dios, un pueblo sucede a otro pueblo, pasa ciudades y deja otras, se para en muchos puntos, saca su máquina de coser y explica haciéndola maniobrar al mismo tiempo, elevando la voz dice aquí tiene Uds. algo que les puede interesar, lo que les presento es un garfio que yo lo llamo aguja y cose aunque no se parezca a los objetos que utilizan ordinariamente, miren como se mueve este volante y lo hago bajar verticalmente y atraviesa este trozo de paño colocado encima de la mesita ¿que notan? un hilo que penetra llevado por una punta de acero, vean como gira y se arrolla alrededor de la aguja y vuelve a subir con otro punto y así sucesivamente, hasta formar una linda cadena que pueden ver, pero el público no se interesaba lo bastante para llevar la mano a la cartera y le volvía la espalda.
Entonces es cuando se apresuraba a sacar sus títeres y llamaba señoras y caballeros, aquí esta cristobita y polichinela, la colombina, la gente acudía y los vecinos llamaban a otros a ver las palizas que aquel tuno pegaba al gendarme, después de reír con la boca abierta arrojaban a los pies de algunos de los títeres tres o cuatro cobres, esto ocurría en 1830, Thimonier acabo por llegar a París, pero no le fue tan propicio sus mismos colegas los sastres, lo rechazaron como se hace con un enemigo, con la misma estupidez análoga a la que mostraron al inventor Jacquard, después de esto Thimonier volvió a su pueblo tan pobre como salió como prueba viviente de la ignorancia y la ingratitud del vulgo.
Su nombre vuelve a parecer en 1851 en la exposición de Londres, donde se le otorgo un premio por su invento que no logro sacarlo de la pobreza, decepcionado muere en 1857; el americano Howe saco privilegio de la invención en 1846 con una mejora que consistió en una navecilla de acero que lleva otro hilo y que cose con dos hilos.
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