Me agito al antojo de la guagua. Decrece la melancolía y aumenta la curiosidad. Me he visto en muchos estados y cada uno se va positivando. Solos, ellos marcan el compás. Quedo relegada a mi cuerpo, quién me dicata emociones, quién sabe orientarse. Adivino quién soy según me voy mostrando, tiempo que disfrutar.
Texto agregado el 18-11-2010, y leído por 157 visitantes. (0 votos)