Tanta fé en ti
en los potenciales
de tus movimientos ondulantes,
en los vestigios de tu boca
y el regocijo del viento...
Esperanza de verte cruzar
la puerta del abismo
de la autorización a ti mismo
a remitir con firmeza
la nota del albergue a tu alma
inconclusa.
Fué tan textual
en media hora más muero
porque te perseguían los
fantasmas del abismo.
Ebrio, ver el mundo entrelazado
entre la incoherencia
del ayer que se fue y el
hoy que te detiene.
Pero...
debo confesar que...
que...
confesar que el deseo de mi piel
comienza en el enigma,
entre mis pechos libres
queriendo ser de ti
el asidero de tu boca;
ahí,
donde al centro
te encuentro entrometido
ocupando la estación
del significado
del amor.
Texto agregado el 17-11-2010, y leído por 93
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
17-11-2010
Hermoso poema, ya quisiera yo me dijeran algo tan bello******* jagomez
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