Del rocío con mis manos
Sentadas en tus cadera
Que inquietas primaveras
De mi intelecto vano
Ojos cautos de lo sano
Que de azúcar son tus besos
Vas luciendo dos cerezos
Por tus pechos ya tardíos
Que me perdone Dios mío
Si me muero o si yo callo

Pocas veces yo soy fino
En decir mis sentimientos
En callar ya se que miento
A tus ojos cuando miro
Voy bebiendo del mal vino
Mi callar antojadizo
Hasta que me paralizo
En amar tanta hermosura
Me digo “la vida es dura”
Si la sueño que me quiso