Pararse al filo de la noche
como en un acantilado.
Cerrar los ojos es como dar
un paso al frente
corriendo el riesgo de caer,
de no volver a despertar.
II
Quiero sacudir la negrura de esta noche.
Que se derramen las estrellas todas
y que esa llovizna moje
tu piel reseca
y tu memoria ajada.
III
La noche se me cae encima
(me diluvian los recuerdos)
y dejo a mi cuerpo
irse
inerte
en esta cama correntosa
río de deshielo
del hielo de tu pecho
de tu poco amor
helado.
IV
Se desangra el último "te quiero".
¿Acaso no ves que se derrama
como vino amargo
de tu boca?
Corre por tu cuello hasta manchar tu pecho
anegado de rencores viejos
que siguen destilando
gota a gota.
Texto agregado el 13-11-2010, y leído por 485
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Lectores Opinan
28-06-2014
amo tus desliz y devaneo en la prosa de tus versos, que van sembrando, como sin querer, toda la estrofa para encadenadas sean el dogal de atarnos al dulce yugo de admirarte; Poeta. zflores