He tratado de no escribir esta carta, te lo juro, O al menos juré que no lloraría , que te entregaría una limpia y digna hoja de papel, pero no puedo. He tratado de maniatar este dolor que me embarga, pero no lo he conseguido.
Quiero decirte que me marcho, ahora mismo, por lo que cuando leas esto ya no estaré en casa. Por fin serás libre de mí como tanto querías, por fin podrás moverte por el mundo sin el peso de mi presencia.
Me he cansado de rogarte que me amaras. Me he cansado de sentarme de madrugada en el sofá de la sala, mirándo la puerta, amargada y resentida porque no has llegado, porque quizás te has ido de juerga por ahí y la verdad no te importa lo que yo crea, o lo que sienta. Me cansé de pedirle a Dios que te hiciera cambiar, me cansé del miedo cada noche de que en la calle te hicieran algo, de que llegara la policía a decirme que habías muerto , que habías chocado en el coche, yo que sé.
Me he dado cuenta de que llevo 16 años sola. Contigo, pero sola. Cuidando a los niños mientras tu te atiborras de porquerías en las calles, tratando de fingir que no veo como te afectan las drogas cuando llegas a casa aparentemente feliz, con una sonrisa química dibujada en el rostro sudoroso, para al día siguiente tener que sujetarte frente al water, sin que puedas sostenerte, mientras vomitas, mientras lloras, mientras me juras que nunca más tomarás nada cuando sé que es mentira, que cuando llegue la noche te pondrás tu abrigo negro y te marcharás otra vez.
Y es que te has olvidado de nosotros y ya no puedo repetirle mas a los chicos que todo estará bien, cuando ni yo misma lo creo. Están creciendo y se dan cuenta, ya no te reconocen ¿sabes? ya te temen. No quieren abrazarte cuando llegas, no quieren verte ya, te has convertido para ellos en la pesadilla de los cuentos. Ya se dan cuenta de que los morados en mi cara los has hecho tú, de que tus gritos en las mañanas son porque "algo" te falta, algo que ni ellos ni yo te podemos dar. Nunca te lo pudimos dar.
Y aunque sé que prometí que siempre estaría contigo, que siempre te cuidaría, están los chicos que dependen de mí y a ti ya no te puedo salvar. Lo siento, no puedo quedarme ya, no sería justo para ellos. ¡Por Dios, se merecen una vida normal!
Olvidate de nosotros por favor, de los chicos y de mí.
No sé donde iremos así que no trates de buscarnos. Prometo que cuidaré de los niños con mi vida.
Adiós mamá, mamita....te amo y siempre te amaré ...
Marlene
http://www.youtube.com/watch?v=QDBP6klObF0&feature=related
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