De Verdad y Mentira.

Al mentir enmascaramos miedo, vergüenza, dolor.
La mentira se concibe de mil colores, de mil sabores, pero no dejá de ser algo mortal, perecedero.
¡Sí!, la mentira nos puede salvar, pero de momento, solamente posterga.
La máscara nos envuelve y somente, y en vez de asimilar la mentira, ¡Es ella la que nos asimila!, ¡La que se mofa de nosotros!
La mentira es una mujerzuela vil, que seduce con sus curvas y sus dulces pechos, pero detras de su seno se encuentran espinas, puas que se erguirán para pincharte. ¡Oh, tú terrible!
La mentira juega, se hace más dificil, y se hace más inconsignable, porque trata de imitar a la Verdad, y por tal es dificil descubrirla.
¡la mentira es arma!, pero es una espada que vuela y retorna con el agudo filo, esperando ver el pecho descubierto del que miente.
¡Cuando mientes te niegas, porque la vergüenza te agobia, no te deja ser y la única respuesta es dejar de ser!, Cambias, decaes, sucumbes al fín ante la seductora.
Ella reina alrededor de un árbol, con muchas manzanas podridas, llenas de veneno, infectas. ¡Prueba de ella y el alma se estremecerá, tú lengua recordará el sabor de la mentira!, así que vomítala, olvidala... la Verdad es dulce y fría, real.
¡Yo te digo, hermano mío!, ¡No hay mentira eterna!, ya que la mentira es víctima del tiempo, de de la Verdad que la somete de golpe, la apalea y la aleja, ¡Allá va la mujerzuela, a lamerse las heridas para volver!
La mentira es máscara, ¡Esa máscara se quiebra, se doblega y derrumba!
¡OH, Verdad, porque dejaste salir a tu hermana, la Mentira, de su cárcel, ¿Acaso tu soledad era mucha que debes pelear contra ella?, ¿Es acaso una diversión tuya someterla y ser sometida?, dime la Verdad!
¡Los que han roto sus máscaras han derrumbado también los cimientos de sus temores y vergüenzas!, Alegrate de ser hombre, porque te levantas del abismo, te elevas en los vientos creados por tu espíritu, y subes y al ver bajo de tí la verás, La mentira caída, la mentira que te mira cariñosa, quien con miradas y señas trata de seducirte. Ella vive en aquel abismo con ese árbol de frutos infectos...
Allá está la moradora de muchas caídas.
Es también el arma de los que se creen poderosos, creen domarla, y es ella quien los mueve con hilos secretos e invisibles.
Hay hombres que mienten por hábito, pero hay hábitos que se vuelven mentiras...
No permitas que tu vida sea mentira...
Mira, amigo, allá en los bosques de tu alma, busca y arranca las semillas de la mentira, ¡Que no crescan más árboles de mentiras dentro de tí!, Observa, ¡Observa como se eleva la Verdad en forma de alto cedro, Ve allí, el árbol rodeado por un halo, es el halo de la Libertad!
allí debe bailar tu espíritu en honor a la verdad