Somos uno

La ventana me acompaña
hay un sólo reflejo,
un solo grito,
un solo rostro para apreciar
¡Son tus ojos!
¡Son mis labios!
Una lágrimas de infancia
y una sonrisa coqueta.

¿ Acaso eres tú?
¿O soy yo?

Cansada me acerco,
a la cortina de trasfondo;
un limonero risueño carga un Agamí
frondoso que cae para volver a volar
día tras día.

Sí, eres tú, con tu voz de alma,
me pides fortaleza ante la adversidad,
más un susurro de paciencia para atravesar
esta realidad cristalizada y amarnos en un final.

Solitaria me derribo en frío,
es la lluvia febril de esta lucerna.

Un recuerdo hace la noche,
delicados párpados que envejecen.

¿Es tu semblante?
¿O soy yo?

¡Es tu dulzura!
¡Es mi sonata!
Suspiros de caricias soñadoras
junto a metas de paz.

Estás fijo,
te encuentro,
me cubres
¡Ventana real!
¡Ventana irreal!

El Agamí se acerca agonizante
atraviesa nuestro rostro
viene a cantarme en su única vez,
y en la intemperie se escucha vuestro lenguaje
para convertir dos te amo
en uno sólo.