Lágrimas que desvanecen versos, versos que describen sueños, sueños que dibujan amores, amores que pagan soledades, soledades que amarran locuras, locuras que esquivan lágrimas.
Rasguño el vacio y sangra, dulce sangre, amarga miel. Cuento los segundos, que como siglos me llenan de cansancio. Cuanta estéril fe, cuanta esperanza desahuciada, cuanto amor agónico se arrastra por el mundo, buscando locuras, entre grises razones, entre orgullos incendiarios, entre inocencias perdidas.
Quiero escuchar tu adiós y apagar el tiempo, callar eternamente lejanas promesas rotas, limpiar tus caricias de mis manos inertes, secar mis ojos, secar el frio, secar la ilusión.
Sueños abortados, pintan de oscuridad y tristeza mi cielo, el mismo que compartimos, el mismo que tocamos, y que hoy se rompe como espejo, haciendo trizas las quimeras de felicidad. Falsa felicidad, frágil felicidad, feliz fragilidad, Momentos que se hacen humo en mis brazos, memorias que valen nada y duelen mucho, pasados que no pasan, futuros que no alcanzo, presentes que se abrazan a tu aroma, que te buscan en todas partes, que odian tu ausencia y que se niegan a existir… sin ti.
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