En un lugar lejano, pero a la vez muy cercano, comenzó mi soñar.
Estaba en medio de un bosque, allí por primera vez te ví.
Medio desnuda andabas cómo si fueras flotando sobre la hierba, de árbol en árbol, pareciera que fueras un hada ó una sirena en dique seco esperando arrojarte al río y desde allí llegar hasta el mar.
¿ Me llamastes acaso?, porque me pareció que de tus labios salía mi nombre, ¿ me viste alguna vez más ?.
¿ Pudiera ser en algún barco, a orillas de ese río ó descansando bajo la sombra de un árbol ? ...
Yó nunca te había visto antes y sin embargo me sonabas, es cómo si hubiera vivido antes algo contigo y mi mente me devolviera hacía atrás en el tiempo queriendo que recordara ese momento a tu lado.
Me acerqué un poco con miedo, pensar que fueras un hada ó una sirena me preocupaba.
Cuando ya me encontraba a tu lado, me dí cuenta de que no eras nada de lo que imaginaba, tan sólo una frágil chica que se encontraba perdida, tan perdida cómo Yó mismo lo estaba.
Y entónces escuché de nuevo mi nombre, ahora si estaba seguro de que tú me llamabas, de que tus labios se habían movido pronunciando cada una de sus letras.
Alargaste tu mano para que Yó la cogiera, y lo hice.
Entónces me dí cuenta de quién eras y porque me llamamas ...
Eres la chica que se ahogó en el río hace unos años, recuerdo a la policia, a tus padres llorando, al pueblo horrorizado ...
Nunca apareció tu cuerpo, nunca se supo nada más de tí.
¿ Dónde estuviste durante este tiempo? , ¿ dónde está el lugar en el que tus restos descansan ?.
No hay respuestas ¿ verdad ?, no puedes en verdad hablar, aunque no se si me entiendes mentalmente, haz un esfuerzo e indícame en dónde tu cuerpo dormido está.
Tus ojos me miran ahora tristes, sí, comprendiste lo que mi mente pensó, tuerces tu cabeza y con la otra mano señalas hacía un punto del río.
¡ Pero si el rio fué hasta dragado! , entónces, ¿ cómo es posible que tu cuerpo esté ahí ?.
Eso nunca lo sabremos ¿ verdad ?.
Cuantas cosas esconde el destino y que nosotros ignoramos.
Por eso cuando pasa el tiempo, éste vuelve a llamar para contarnos una historia que antes no se pudo contar.
Me acerco con cuidado y me desnudo.
Me introduzco en el agua y ...
¡ Dios Mio !, tu cuerpo se eleva entre las aguas, un cuerpo que nunca se corrompió.
Llevas años bajo ese río y es cómo si te acabaras de ahogar.
En ese momento me despierto sobresaltado ... y ¿ que crees que ven mi ojos abiertos ?.
Una chica vestida de blanco bajo una árbol mirándome con tristeza ...
Muerto de miedo y a la vez de curiosidad comienzo a acercarme a ella.
Pero cuanto más me acerco más se aleja, ¡ no puedo llegar ! ...
Me faltan las fuerzas, me aterra llegar a su lado ...
En un pronto desaparece de mi vista, ¡ gracias a Dios !.

Todo fué un sueño, todo sueño tiene una parte real, éste la tiene cómo todos, pero el río se la tragó un día y ya nunca más volverá.

Escrito por Carlos Them.

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