La Señora Osa dió cuenta de lo importante que era el que los animales conocieran sus talentos y los desarrollasen bien. Así no caerían en cosas triviales o en depresiones banales como le había pasado a ella.
Empezó a organizar reuniones en las que cada animal podía enseñar a los demás su don.
Y resultó que la señora ardilla era una gran equilibrista. Saltaba de rama en rama, hacía piruetas y malabares con las nueces. Con su esposo hacía un bello número de trapecio, se colgaba de la cola y parecía que el aire la sostenía. La belleza se plasmaba en cada salto y nosotros la mirabamos estupefactos.
La Comadreja, además de astura, lista y escurridiza, era una gran contadora de historias y cuentos. Jugaba con las palabras, las cruzaba y entrelazaba, bordaba las consonantes con las vocales, hacía encaje de bolillos con los sonidos. En un instante inventaba una adivinanza o creaba un trabalenguas. Con sus historias de misterio nos moríamos de miedo. Con las de aventuras vadeámos ríos ysubíamos montañas. Con las de risa nos dolía la tripa y con las de amor...nos palpitaba el corazón.
El Señor Oso era un gran astrónomo. Conocía las estrellas, su nombre y posición. Nos enseñaba la Osa mayor y la menor, la vía láctea, los planetas y satélites,las super novas y las estrellas fugaces.También adivinaba el tiempo, conocía las fases lunare. Nos lo contaba entusiasmo y nosotros mirabamos el cielo embelesados.
La nutria daba saltos, hacía piruetas y volteretas. El ciempiés bailaba claqué. El ciervo inventaba juegos, chanzas y baliles. La tortuga tenía el don de la paciencia, la ciencia de vivir la vida sin agobios y prisas y cómo no, había una gran orquesta con grillos y cigarras.Los lobos aullaban, los pájaros cantaban, también el buho y el autillo, y claro, el solista era el ruiseñor. Las luciérnagas eran las encargadas de iluminar el bosque al llegar la noche. |