Sentado a la sombra de aquel inmutable borracho,
injusto apodo coloquial,
El sol de la tarde, que desde el cielo se empecina en vivir,
y la muerte que vestida de noche le persigue,
cruel verdugo de tardes de amores sin futuro.
Dormitando.
Mi jean,
pliegues de tela azul,
como el cielo tras las nubes,
Mi camiseta,
con su estampa de Bukowski,
mixtura de alcohol,
putas,
y añoranzas barrocas,
¿tal vez Bach?...
Imagen de quien soy,
imagen de mi juventud casi adolescente,
expresión de irrealidad.
Yo soy mi ropa,
el árbol borracho,
y ellos,
ellos son yo…
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