Esperar, esperar y esperar, no se sabe para qué quizás a que el tiempo pase por si llega el anochecer. O puede tal vez quizás que el viento racheado, deje al bosque desnudo y veamos lo que hay detrás. Y espera lánguido el tiempo a que lo despierten del sueño para volar con el viento mucho más allá del silencio. Si hasta espera la noche, lo que le traerá el amanecer. Siempre esperar… Joan © Bosch 08/11/10
Texto agregado el 08-11-2010, y leído por 167 visitantes. (3 votos)