La estatua desnuda del estadio nacional conquistó su corazón, cada día le llevó una paloma para que durmiera a sus pies, mientras se acomodó entre cartones y trapos para dormir durante los meses de otoño que ignoraron su tiempo allí. La madrugada del solsticio de invierno la encontró empapada de lluvias y alcohol. Su corazón de paloma no resistió
Texto agregado el 07-11-2010, y leído por 368
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Lectores Opinan
18-07-2012
Tu dulce corazón impregnado de ternura, tampoco resiste el horror de tantas muertes. Mis 5 estrellas para ti y mi cariño de mujer. MarthaBCh
22-05-2011
Rapido como un cometa con linda estela...al igual que tu cuento lo bello que expresa.saludos atte perres perres
28-11-2010
un triste final para quien se olvido del tiempo solo lo dejo pasar. muy buen escrito fheer