Ya es tarde y las “musas” no vienen. Me quedé esperando mientras
intentaba hacer algo para Cien ya que mañana es el último
plazo de entrega de los trabajos, pero algo pasa, nunca me habían
fallado de esta manera.

Cuando uno necesita nutrirse previo a un concurso, es complicado escribir
sin “musas”, y la preocupación comienza a tornarse en
desesperación a medida que pasa el tiempo.

En vano me siento frente al teclado, sin “musas” no me sale nada.

Por fin el timbre, espero que sea el delivery con las “musas” y la cerveza
que pedí hace casi una hora.