HIJA DE LA LUNA.



Te mire y de la belleza
Te hice gemela,
lo exprese y sonreíste,
cuando eso hiciste,
me arrebate y te corteje.
Vestías como la noche,
como el cielo en intimidad;
prendas exactas, perfectas,
ajustadas a tu figura y
Si tú quisieras,
posiblemente a mis manos.
¿Cómo pude creer en tus palabras?
¿Acaso me olvide de que la mujer
perece cuando deja de mentir?
(Hubieses desplomádote si decías verdades.)
Eres victima enferma de la mentira eterna,
la savia de tus espinas da vida a falsas
palabras.
Que triste es saberlo,
Mis oídos de niño sumiso
todo creyeron.
Tú, aprovechaste para reírte
frente a mí con muecas serias,
sin utilizar tus músculos faciales.