La Inspección


Revisó varias veces que la dirección fuera la correcta, obnubilado frente a esa puerta pintada con una libélula en tonos turquesa, verdes y unos toques de escarlata. Vestido con su traje gris, barato pero no lo suficiente para llamar la atención sino todo lo contrario, le daba una apariencia anónima, un oficinista más entre los miles que circulan por la ciudad realizando tramites rutinarios e intrascendentes, salvo para ellos mismos.

San Telmo lo ponía incomodo, toda esa bohemia, el ambiente de desmesura y arte lo fastidiaba. Un hormigueo irritante lo invadía frente a esa casa.
Después de golpear insistentemente por varios minutos, descubrió una piola que emergía de un agujero, la tiro con fuerza y escucho un concierto de campanas en el interior. Por fin le abrieron la puerta y apareció un hombre de mediana edad, vestido con un quimono rojo bordado con luciérnagas doradas.

-Buenos días, el señor Alfredo Ortiz- consulto solemne
- Quien viste y desviste- contesto bostezando y estirándose como si recién despertara
- Mi nombre es, Natalio Ruiz, soy inspector de la DGI y necesitaba corroborar algunos temas con usted, prometo no ocuparle mucho tiempo-
-Pase hombre, vestido así debe tener calor, no quiere una cerveza, yo me voy a preparar un Fernet-

La habitación era un completo desorden, botellas vacías, ceniceros rebalsados, almohadones por todas partes, ni una silla. Las paredes cubiertas de cuadros de múltiples estilos sin marcos, colgados sin ningún orden. De fondo sonaba mujer de magia negra de Santana.

-Señor Ortiz, usted figura en los archivos de la DGI como poeta, ¿es correcto?- pregunto incomodo, sin saber donde apoyar sus carpetas.
-Poeta, eso dicen las malas lenguas, yo ando por la vida amigando palabras que nunca se llevaron bien y las plasmo en papel como testigo de esa hermandad- tome asiento amigo está en su casa-

-Gracias, acá dice que usted está inscrito en monotributo- tratando de buscar un papel medio echado entre almohadones multicolores.
-Mono Tributo, efectivamente escribí un tributo al Mono hace mucho tiempo.

Naciste con la patria un 25 de mayo, mil fotos se saco con vos Perón...
José María era tu nombre, para el pueblo el gran campeón
Atropellado por un colectivo en avellaneda, frente a la botica
Te fuiste rebosando en vino, querido Mono Gatíca

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-Muy bueno, pero me parece que usted no me entiende, no tiene un lugar donde guarda los papeles para que los pueda revisar-
- Petunia!!!! Petu!!! Vení un momento .

De la pieza que se encontraba separada por una cortina estampada con un cuadro de Matisse, apareció una mujer totalmente desnuda, solo cubierta con una infinidad de tatuajes, Natalio quedo perplejo, mirando al piso pero su mirada se desviaba imantada por el cuerpo que se le presentaba obsceno y bello.

-Petu, te presento a un amigo que esta interesado en el viejo tributo al Mono Gatíca y me pregunta por los papeles, ¿los has visto?-

Petunia con los ojos rojos, despeinada, rascándose un tatuaje de una iguana azul y amarilla subiéndose por los martillos de Pink Floyd, los miró desganada.
-Los papeles? Vos fuiste el último en usarlos anoche, te he dicho papito, que cuando te armes un porro dejes todo ordenado, ahora vamos a tener que desarmar un pucho ó enrollarlos con servilletas, como la otra noche-

-Cuanto tiempo que no estoy con una mujer-pensaba Natalio- desde que se fue Marta de Bienes Personales, hace ya casi dos periodos fiscales.

- Acá están! – no hay caso los hombres nunca encuentran nada, los dejaste debajo de las bombachas de Cactus.

Mientras Petu le entregaba a Natalio unos papelillos pintados con la bandera de Jamaica, el no podía desviar la vista de las tetas que se bamboleaban en frente de su nariz, una tatuada con un sol y la otra con una especie de luna embarazada.

-Si le pido las facturas, seguro que me traen unas de manteca, razonaba resignado el inspector, mejor hago el informe en el despacho indicando que esta todo en orden, esta gente me cae bien-

Por primera vez en su carrera, Natalio se disponía a falsear los datos de su reporte y se sentía mejor que nunca.

- Tengo un hambre atroz – comentó Cactus mientras emergía por entre la cortina. Morocha con anteojos, vestida con una remera de Boca sin nada abajo.

-Yo voy a comprar algo ya que soy el único vestido y quiero invitarlos si me dejan- dijo entre risas Natalio,- eso si dejo la corbata que molesta-
-Bravo amigo, desde que abrí la puerta sabia que nos uniría una buena amistad, es la sensibilidad de los poetas, vio..-



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Memorando número 4392-897 Fecha: 12 de Octubre 09
De: Contador Ignacio Ochoa, jefe inspectores oficina DGI, Recoleta
Para: Contadora Mirta Gonzáles, jefa de RRHH, Dependencia Central. DGI.

Estimada contadora, luego de la inusual ausencia del inspector Natalio Ruiz a sus labores habituales y después de haber enviado dos cartas documento a su domicilio, las cuales adjunto. Le solicito tenga a bien SUSPENDER al susodicho sin goce de sueldo, según norma 332-98 insiso 81, hasta saber adonde fue a parar Natalio Ruiz.