El embarazo de mi madre era un misterio, nadie sabìa cuàntos niños venian al mundo, si era hembra o varòn, ni en que posiciòn se acomodaba allà adentro. No habìa la magia de los ecosonogramas, solo vitaminas y una cinta de medir de las que usan las costureras. Asì que nos imaginabamos un rato niña y un rato niño...hasta que llegò al mundo un niño morado con el cabello que le tapaba el rostro, espeso y obscuro. Solo tomaba leche de pecho y no lo bañaron en una semana porque tenìa el ombligo largo y hùmedo,cosa muy extraña para mì que a los 7 años nadie me dijo que eso existìa, pero me explicaron bien còmo cuidarlo, asì que cuando le cambiè el pañal y el ombligo quedò pegado al trapo, creì que lo habìa matado y lo llorè, lo recè, le dije a mi madre y se pegò el susto de su vida, porque ya habia perdido un bebè no hacìa tanto. Mi hermano ya libre de ese anexo, fuè sometido a su primera tortura: Lo bañaron, y no se si fuè el terror al agua o el gen africano, pero sus cabellos se ensortijaron irremediablemente y para siempre, desde entonces lo llamaron el negrito, aunque sus razgos son muy finos,pero es por el cariño que lo vemos asi.Creciò ràpido y a la fuerza, pues tenìa diez meses cuando naciò mi tercer hermano,(pero ese es otro cuento) Era mi hermanito, mi muñeco favorito, era un bebè cuando se tomò la primera cucharada de mondongo con arepa que lo sacò para el hospital asfixiado,eso que solo fuè una probadita la que le di, cuando regresò tomaba leche en una mamila y compotas de manzana, luego aprendiò a caminar y se quitaba la ropa y corrìa desnudo por toda la casa, se ponìa los calzones en la cabeza,en los pies, los zapatos de mi papà, agarraba un tambor y volvìa locos a todos con el ruido que hacìa, pero era tan lindo que nadie lo regañaba, asì creciò haciendo exactamente lo que le daba la real gana. Siempre ha sido el màs brillante e inteligente de la familia, asì que no necesitò mucho consejo , estudiante de 20 puntos, amante de la mùsica, los libros y las vecinitas, cuando pasò la adolescencia se fuè para el cuartel, pero antes dejò una procesiòn de novias suspirando por su pronto regreso. Le encanta hacer cursos de cuanta cosa existe: astronomìa, electricidad, hidràulica, albañilerìa, sonidos, todo le gusta y todo lo aprende. Làstima que perdiò tantos años en la escuela,porque solo y al aire libre aprende màs que en un salòn de clases.Lo ùnico que no sabe es bailar, para dolor de sus amigas que no pierden oportunidad de toquetearlo. Yo adoro a mi hermano, aunque tanto amor lo atormenta, le corro las novias, le espanto a los amigos, le vigilo las salidas, le reviso la cartera, tranco la puerta con llave para que no se escape de noche y me voy a su liceo a preguntar como va todo, si algo no anda bien lo acuso con mi mamà y ella le da como premio un viaje a la ciudad àrida, donde se arrean los chivos, se hacen los mandados, se lleva sol y se come solo arepa con suero, o en su defecto, se hace lo que les de la gana, cosa que disfruta mucho, lejos de mis cuidados. |