MES DE NOVIEMBRE
Todas las Campanas, el día de los Santos, tocan, replican.
Día de Difuntos, doblan.
¡Campanas!
Han preparado tus yugos, tus yunques,
tus badajos, tus bronces.
¡Campanas, tocad, doblar!
Atento está el Campanero.
Aquel que durante el año,
toca las fiestas, Domingos, bodas,
bautizos, y doblan a entierro.
Las Campanas son las mismas,
pero ellas guardan, observan toques distintos,
que anuncian…
Si hay Boda,si hay bautizo, si hay tormenta,
si hay fuego, si hay difunto,
si esté es hijo, de aqui del pueblo,
y ha muerto fuera, del pueblo.
Éstos días de Noviembre, los toques,
son profundos, graves y secos.
¿No es así Campanero?
Eres el único que sabes,
si el viento acompaña,
de dónde sopla, a dónde va…
El viento, se pone de acuerdo
y en su vuelo,
recoge el sonido de las campanas,
que van diciendo, el día que es,
si es de vivos, o es de muertos.
Hoy, uno de Noviembre, día de Los Santos, es de vivos, tocan.
Mañana, día dos, día de difuntos, de muertos, doblan.
Los pueblos, ciudades y aldeas,
parece se visten de luto,
se visten de negro.
El creyente, el agnóstico, el ateo,
oyen el tañer de las Campanas,
de sus muertos. ¿Abuelos, padres, hijos, nietos?
¿Entre ellos, no existe algún muerto?
El sonido, el toque, se va,
y se ha metido en ti, sin quererlo.
Es el recuerdo profundo, de los que ya no hablan,
de los que hablan en un profundo Silencio.
Son tus muertos que te dicen,
¿Oyes? Son las campanas,
que un día doblarán por ti, aunque sea con profundo silencio.
Los Cipreses, al sonido de las Campanas,
se quedan vacías, sin jilgueros.
Sólo quedan las ramas,
y también en silencio.
En silencio cobijan y siguen hablando a los muertos.
¡Quedaos Campanas en vuestro sitio, en lo alto
de la espadaña, anunciando la llegada del Cigüeño,
del búho, del buitre, del vencejo!
Toca Campanero, tocad campanas, unas veces a vivos y otras a muertos. No perdáis las costumbres que tenéis a isgnado,
en éstas tierras, en éstos pueblos.
¡Tocar fuertes! El Gloria a Dios en la tierra,
tocar, tocar, que vuestro sonido se oiga y se pierda en los cielos.
Una pregunta que hago, un tanto indiscreta…
¿Por qué te han quitado en sus coches, el Servicio de Bomberos?
¡Qué serio, qué profundo y qué efectos hacía
tus sonidos corriendo, es que hay fuego!
¿No sabes que si hay fuego,
lo último en fundirse sois vosotras, campanas,
fundidas en bronce y en zinc? ¡Son las Campanas!
Vuestro oficio, no es sólo tocar a vivos,
doblar a muertos.
¡Tenéis otras misiones asignadas, según los tiempos y costumbres,
en la provincia, en la comarca, en los pueblos!
¡Cuántos fuegos!
Son las Campanas, las primeras en decirlo,
tocándolas a vuelo
y su sonido, pueblo a pueblo,
ayudadas por el viento,
convocaba a la gente, a apagar ése fuego.
¡Campanas, campanas!
Sois capaces de llamar, no solo a las personas,
sino a muchas aves, a muchos animales…
Algunas de una manera especial, que está en el arbolaco,
la cigüeña, los jilgueros, las alondras,
las palomas, los vencejos,
que anidan, dejan sus huevos en la torre, cerca de vosotras,
en la copa de los árboles.
¡Campanas!. Fusión de hierro, de bronce y de zinc.
¡No dejéis de tocar! ¡Campanero, no te olvides de tu oficio!
Toca, toca, Campanero.
Salamanca dia uno de Novienbre 2010
Julián López Santolino.
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