Matrioska. (*)


Después de tres meses de intensa búsqueda, cuando las autoridades habían perdido casi toda esperanza, un pescador furtivo de Chabahar, Irán, encontró la caja negra del avión ruso siniestrado. El dispositivo de registro de vuelo (que para facilitar su visualización es de color naranja y no negro como su nombre lo sugiere) fue encontrado en una playa de desove del golfo de Omán, junto a decenas de huevos de tortuga verde. De inmediato las autoridades iraníes comunicaron de su hallazgo a Moscú, y la “caja naranja” fue enviada en otro vuelo comercial para que los expertos moscovitas le extrajeran sus íntimos secretos.
¿Por qué ocurren estas fatídicas coincidencias?, es un misterio: el avión persa, minutos después de haber despegado, corrió con idéntica suerte, precipitándose sobre el mar caspio.
Después de tres días de intensa búsqueda, la fuerza aérea rusa encontró la caja negra del avión iraní, pero la caja del avión ruso jamás apareció.
Luego de escuchar y analizar los registros de vuelo del avión iraní, los expertos dijeron a los medios de prensa que segundos antes del desastre la tripulación iba bromeando con eso de las cajas…